Los últimos datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España reflejan una realidad preocupante: solo el 15,2 % de las personas jóvenes en España están emancipadas, la tasa más baja registrada en un segundo semestre desde 2006. En Andalucía, la situación es aún más grave: apenas un 12 % de jóvenes entre 16 y 29 años han logrado independizarse, una de las cifras más bajas del Estado, solo por encima de Castilla-La Mancha.
En un solo año, más de 100.000 jóvenes en España han dejado de vivir fuera del hogar familiar. Andalucía se sitúa en el extremo opuesto a las comunidades líderes: la tasa de emancipación andaluza es seis puntos más baja que en Madrid (17,9 %) y Cataluña (17,6%). Este retroceso ocurre, además, en un contexto en el que algunos indicadores laborales han mejorado: el salario mediano juvenil creció un 11 % interanual y la tasa de paro juvenil cayó hasta el 19,1 %, su nivel más bajo en 17 años. Sin embargo, la mejora en el mercado de trabajo no ha sido suficiente para compensar las dificultades estructurales de acceso a la vivienda.
El principal obstáculo sigue siendo el mercado inmobiliario. Alquilar una vivienda libre en España cuesta de media 1.080 euros mensuales, lo que supone el 92,3 % del salario neto de una persona joven asalariada. En Andalucía, el esfuerzo supera el 60 % de los ingresos juveniles, muy por encima del umbral del 30 % recomendado por organismos internacionales. La compra tampoco ofrece una alternativa viable: el precio medio de la vivienda alcanzó en 2024 los 197.210 euros, lo que obligaría a una persona joven a dedicar íntegramente 14 años de salario para acceder a una propiedad.
A ello se suma la precariedad laboral. Según el Observatorio, solo el 26,4 % de los jóvenes con empleo en España están emancipados. En Andalucía, los indicadores autonómicos muestran una tasa de empleo y actividad juvenil especialmente bajas, con un paro juvenil por encima de la media estatal. Además, la parcialidad y la temporalidad siguen marcando la trayectoria de la juventud ocupada, con un peso mayor entre las mujeres.
Las consecuencias sociales de esta situación son claras. El 30 % de la juventud española se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, un porcentaje que asciende al 31,1 % entre las mujeres. Incluso entre quienes tienen empleo, el 18,8 % vive en situación de pobreza, lo que demuestra que la inserción laboral, en las condiciones actuales, no garantiza estabilidad. En el caso andaluz, la falta de emancipación implica una mayor dependencia económica de las familias y un riesgo creciente de fuga de talento hacia otras comunidades y países.
Ante este panorama, desde EAPN Andalucía consideramos urgente impulsar políticas públicas que amplíen el parque de vivienda pública y de alquiler asequible, promuevan un empleo estable y con salarios dignos, y reduzcan las desigualdades territoriales y de género que agravan la exclusión juvenil.
La emancipación no es un lujo ni una aspiración individual, sino un derecho ligado a la dignidad y la igualdad de oportunidades. La juventud andaluza, y española, merece poder construir su proyecto vital sin que la precariedad laboral y residencial se lo impida.
Consulta el informe completo del 2º semestre del 2024 aquí: Observatorio de Emancipación – Consejo de la Juventud de España
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