Asociación Aliento nació en mayo de 1993, por lo que hace unos meses cumplía 25 años. La iniciativa partió en Sevilla de una monja que trabajaba en la cárcel junto a un grupo de mujeres que la acompañaban en su labor, entre ellas Mari Ángeles. Ella conoció allí a una señora que estaba abatida porque, al ingresar en la cárcel, había dejado a sus numerosos hijos e hijas solos en el asentamiento chabolista de El Vacie. Mari Ángeles fue a ver cómo se encontraban los menores y se dio de bruces con aquella realidad, por lo que animó al resto del grupo de mujeres a formar la asociación y montar la primera guardería de El Vacie, en una chabola prestada. Más tarde pudieron construir para tal fin una caracola que “no tiene nada que envidiarle a cualquier guardería de Sevilla”, según Carmen Jiménez, quien lleva cerca de una década como trabajadora social de la entidad y en la actualidad coordina el programa Caixa Proinfancia.
Pregunta: ¿Puedes explicarnos cuál es tu labor dentro de Asociación Aliento y cómo es un día en ella?
Respuesta: Un día normal para mí comienza llegando a nuestra escuela infantil en el asentamiento –llamada Mari Ángeles en honor a la citada fundadora. Su funcionamiento es el de cualquier guardería de la ciudad: a primera hora de la mañana, llegan un grupo de menores de entre 6 meses y 3 años, de la mano de sus madres y sus… iba a decir padres, pero no, casi siempre son sus madres. Yo no trabajo allí directamente, así que aprovecho ese momento para hablar con las madres por si necesito alguna documentación o por si ellas requieren cualquier cuestión, desde básica a administrativa, pasando por contarme algún problema personal. Luego suelo quedarme en la oficina para atenderlas en lo que nos pidan, por ejemplo preparándoles documentación para el paro o simplemente ayudándolas a leer una notificación.
Aparte de eso, en Caixa Proinfancia me encargo tanto de las ayudas de servicios como las de bienes, con las ofrecemos a las familias unos bonos para adquirir productos de alimentación e higiene infantil, y hacemos refuerzo educativo, ayudando a menores en sus clases y tareas escolares. También hay días en los que me toca quedarme en casa para pensar y redactar proyectos, porque aquí en la guardería no paramos ni un momento.
P: ¿Qué te resulta más gratificante de tu trabajo?
R: Lo que más me gusta es el trabajo que hacemos con las madres de la guardería, a través de otro de los servicios de Caixa Proinfancia (Espacios Familiares 0-3 años), que nos permite organizar todo tipo de actividades con ellas: desde talleres de masajes infantiles y de vacunas, hasta excursiones a la playa y salidas como la que harán estos días al centro de la ciudad para visitar los belenes navideños. Debido a la falta de recursos, su rutina diaria casi siempre se reduce a limpiar la chabola y quedarse en el asentamiento, por eso todo lo que esté relacionado con que hagan algo diferente y sonrían me resulta gratificante. Sobre todo porque en muchos casos estamos hablando de chicas de 21 o 22 años que, aunque tengan varios hijos, no han hecho muchas de las cosas que suelen hacer las personas con recursos. Al final, cuando una madre está bien, está bien toda la familia.
Estamos en un espacio muy duro, y esto lo digo habiendo trabajado en zonas con mucha pobreza y exclusión de otros países
Carmen Jiménez
P: ¿Cuál es tu idea o imagen sobre la labor de EAPN Andalucía en relación con vuestra asociación?
R: Nuestra asociación es eminentemente asistencial, estamos en un espacio que es muy duro, y esto lo digo habiendo trabajado en zonas con mucha pobreza y exclusión de otros países. Hemos de responder a necesidades muy básicas, como no tener para un litro de leche o para comprar medicinas. Formar parte de EAPN-A hace que de alguna manera podamos luchar por los derechos de esta gente. Esa parte de incidencia política me parece fundamental: los derechos de las personas gitanas de El Vacie están siendo tenidos en cuenta porque estamos dentro de esta Red.
P: A tu juicio, ¿sobre qué aspectos de las políticas públicas se debería incidir en Andalucía de forma más urgente y en qué cuestiones se ha de concienciar más a la población?
R: Para mí está claro que quienes tienen la solución a sus problemas son las personas que pasan por ellos. Dicho esto, una persona del asentamiento no podría contestar a esa pregunta. Hemos intentado que participaran en determinadas jornadas, pero no son capaces de entender lo que se plantea, y entonces la iniciativa pierde sentido. El hecho de que no podamos enterarnos de lo que realmente quieren las personas que viven en este asentamiento nos impide encontrar la solución a sus problemas, por eso en mi opinión una prioridad política debería ser lograr vías de participación abiertas y accesibles para toda la sociedad.
Y luego, aunque sea una idea algo trillada, habría que trabajar en la sensibilización de toda la sociedad; explicarles que si hubiésemos nacido en El Vacie, viviríamos como cualquier persona que vive en El Vacie. No es cierto que a la población de este asentamiento les guste vivir así, ni tampoco que no quieran salir de allí, estudiar o trabajar. Pero es muy complicado hacerle entender esa realidad al resto de la ciudadanía. Quien sufre la exclusión de forma heredada, generación tras generación, va a comportarse como una persona que se ha habituado a esa situación de exclusión, con ratas, sin agua corriente dentro de casa… Ante esta realidad, la sensibilización social tiene que ser mucho más fuerte.
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